Empezaba a controlar, fecha por fecha, hasta que llegaba al partido con la Lepra. “Jugamos en la fecha quince”, exclamaba y ahí empezaba a jugar el CLÁSICO. Corría a esperar a mi Viejo, “El Ñato” y le decía: “Papá, con la Lepra, jugamos en la fecha quince y en la segunda rueda, iremos a la cancha de ellos, casi seguro que le vamos a dar la vuelta, en sus propias narices”.
A medida que los partidos, iban transcurriendo y se acercaba la “famosa fecha 15”, mi corazón se aceleraba y empezaba a especular, ojalá se le lesionen o les suspendan, a los mejores jugadores, de estos “Leprosos”. Cuando comenzó a jugar en El Lobo, “El Víctor”, mi amigo de la infancia, lo torturaba: “Víctor en la quince es con los Leprosos, por favor, tenemos que ganar y mira que en la segunda rueda, le podemos dar la vuelta en su propia Cancha”. Siempre recibía la misma respuesta del “Maestro”: “Tranqui Cato les ganamos seguro” y mi respuesta inmediata: “Seguro si son hijos nuestros”.
El talento del "Petardo" Lama dijo presente en el clásico provincial de todos los tiempos. FOTO: Diario Uno
Y la semana previa, ya desde el lunes, me pasaba las noches, pensando el partido, averiguando que los jugadores estuvieran bien, yendo a los entrenamientos, a pedirle que se cuidaran, a utilizar infinidades de cábalas y el día del partido, ni dormía, me iba temprano a la cancha y le pedía encarecidamente a mi Vieja, “La Pequeña”: “Mamá reza durante el partido que a estos Leprosos, hay que ganarle de cualquier manera”. Ya en el partido, me acuerdo el “odio” que sentía al ver los jugadores de Independiente…y cuando veía a los de Gimnasia, me parecían verdaderos Gladiadores y después durante el partido todo lo que te ofrece el bendito fútbol, ansiedades, expectativas, emociones, alegrías, tristezas y un montón de cosas más, pero en los Clásicos con la Lepra, todo SE POTENCIABA MUCHO MÁS. Durante gran parte de mi infancia, mi juventud y parte de mi adultez el color azul no existía para mí. Mis familiares, tenían prohibido comprarme prendas de ese color y si lo hacían lo regalaba inmediatamente. Nunca forré un cuaderno o un Libro con “Papel Araña” de color azul.
Tengo miles de anécdotas, en cientos y cientos de partidos, como no recordar, los goles de Juan Domingo Pérez, “El Mudo” Castellino, los del “Negro” Mendez, o algún gol olímpico o de tiro libre del “Maestro”. Tengo dos anécdotas muy presente, cuando era Chico iba con Don Pancho Legrottaglie (Tío del Víctor) y en un partido nos íbamos antes, Gimnasia ganaba cuatro a dos. Al llegar al arco norte de la Cancha del Lobo, corner para Gimnasia, se acerca “El Víctor” y nos dice: “Tío, Cato, no se vayan, que los clavo”. Tiró el corner y entró olímpico. En ese momento terminaba el partido. Terminamos los tres abrazados a través de la tela. Y la otra anécdota, en la década del ochenta, teníamos que ganarle a la “Lepra”, cuatro finales para ser Campeones del Clausura y del Anual. Se la ganamos. En mi euforia, entré corriendo a los camarines de la Cancha de Godoy Cruz, abrí la puerta y grité: “Y llora Lepra…llora”, cuando me di cuenta, nadie cantaba ni celebraba, era el camarín de Independiente. Intervino el “Gringo” Memoli, que era mi amigo para que no me lincharan…y les dijo a todos: “El Cato, se equivocó de camarín. Andá a festejar al otro”. Nos abrazamos y corrí hacia el camarín del Lobo.
También hubo de las otras y muchas veces un centro del Sanjuanino Gómez y cabezazo del “Arbolito” López, me amargaron la existencia.
Ahora cuando ha pasado mucho tiempo, veo las cosas de otra manera y disfruto de la AMISTAD, de “Leprosos del Alma”, como “El Cura” Vergara, “El Chacho” Mancini o “El Negro” Juan Carlos Soto…y tengo un sueño…QUE ALGUNA VEZ, GIMNASIA E INDEPENDIENTE, vuelvan a jugar UN CLÁSICO COMO ERAN LOS DE ANTES…concurriría con mi Nieto Joaquín, para que viviera una VERDADERA FIESTA DEL FÚITBOL, ESA QUE TUVE LA SUERTE DE VIVIR DES MUY CHICO….y hasta sería capaz de perdonarle a mi nieto, si alguna vez, se pone alguna prenda azul, o si usara “Papel Araña” de color azul, para forrar sus cuadernos… eso no le quita que JOAQUÍN SEA UN HINCHA DE LEY, DEL LOBO MENDOCINO….
Eduardo “Cato” Aguilar
*Texto publicado en el libro de Ruben Lloveras "La vuelta al fútbol en 40 clásicos"